Imagen cogida de la red
RESPIRACIÓN
¿Por qué vena debo respirar la
sombra de los nombres? —Todos aquéllos
que al final de la jornada se
convirtieron en sombra y escombro.
¿En qué relámpago busco a mis
semejantes?
¿Qué obsesiones siguen leyendo
los inviernos del letargo?
(Tras las sienes develadas, sangra el enjambre de los gérmenes.
Gime
todo el caudal calcinado y la furiosa ceguera de las cruces.)
He aprendido que no hay ningún
misterio, sino ansiedad y obsesiones
en la escritura de la carne: al
final se impone la penuria y el desasosiego.
En la próxima estación del
destino,
procuraré sumergirme antes en el
estupor.
La oscuridad no deja de ser una
ficción ancestral entre mis huesos.
Barataria, 05.XI.2013
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