Imagen cogida del FB de Elena Buldum
NATURALEZA
Lo profundamente humano del arco
iris es la teoría de los colores:
alguien desde las azoteas afina
lo transitorio, la velocidad del pudor.
En lo posible, desconfío de las
dualidades, la medianoche sorda en la piel.
Corres entre jardines perecibles,
—lo sé después de ver la niebla en tus poros—
(Hasta donde sé la metafísica carece de afrodisíacos),
las cavidades no entienden de
devotas urbanidades, ni de ojos polarizados,
ni de fuegos que rehagan la
historia.
Siempre supe que alguien mordería
las monedas, pensando inevitablemente
en el hambre: por supuesto me
salvé del río de piedras…
Barataria, 24.XI.2013
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