Imagen cogida de la red
ROSA DE CENIZA
Ahora,
yace desvanecida la rosa en la ceniza de hielo del letargo. Ida con la oscuridad que deja la luz durante
la tormenta. En los guijarros de la lengua, las extrañas palabras de la hiena
del tiempo. Todo lo desplaza el sonido del sinsentido, el mudo del vuelo que
cabalga hasta sajar las aguas de los ojos. Allí, el aliento en su crujir
terrestre y amontonado de la intemperie. Todo es abrupto como el frío en el
pecho y los zapatos. Arrecia el bajo fondo de los umbrales.
Barataria,
19.XII.2016
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