Imagen cogida de la red
HERRUMBRE
Hacia los horcones falsos que
sostienen el aliento, la herrumbre cavando
en la garganta todos los mapas de
la salmuera.
(Alguien me habla del artepoética de las piedras) con intenciones
de hurgar en mi pobreza y en los
grises que deja la escoria.
Un día de estos, sin más
remordimientos, le escribiré una carta al moho,
al abismo, a las guaridas, quizá
también al arcoíris. Hay grandes perversiones
como la ferocidad de la carcoma; (en este invierno de desafueros, para qué
los cuentos de hadas si la noche invade los espejos. Nada es
alígero.)
Solo necesito un puerto
interminable para arrojar toda la ceniza.
En el hastío, buscamos la salida,
—en esa calle quemada de la tristeza.
Aun en medio de tantos dioses
embriagados y cenáculos.
Después de todo, la trama no está
solo en calles y cárceles, sino en los centros
del poder real, allí se especula
ciencia y artimaña, (disponen del mundo)
toda la maldad que nos llueve hasta
hacernos ver como seres reales.
Barataria, 06.X.2014
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