Imagen cogida de la red
PESE A VALLEJO
Pese a Vallejo sobrevivo a la
palabra: me sobrevive esta ciega somnolencia
del tiempo y la estafa de los sueños y recuerdos.
Un día será ella —lo sé
anticipadamente— en comunión con las ventanas.
La realidad atraviesa los sueños
y los ahoga (no existe la piedad
ni a condición del silencio, ni el azar que ilumine los dominios
de las vitrinas);
mucho menos esperar que se diluya
el misterio en la tormenta.
Mañana serán otras las palabras,
otras las prohibiciones a nombres,
Otras las estériles compulsiones,
otro el terciopelo de los disfraces
y hasta la hoguera del tumulto
que muerda las fosforescencias.
Sé, por lo demás, en mi condición
de eremita, que la palabra es una cruz
de aguas torrenciales y el
juicio, una lección de balbuceos inminentes.
Barataria, 07.II.2014
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