Imagen cogida de la red
BREÑA
No puedo esperar más frente a mi
boca: la breña que muerde ojos
y talones, hasta ser una losa de
fastidiosos delirios.
En medio de los deseos los mismos
golpes buscando su escondrijo.
(Es frecuente la carcajada de sal como centro de los ahogos);
entreabiertas las corrientes
sordas que descienden al camino, las fauces
mordiendo el último líquido de
los ojos.
Uno alarga las uñas hasta donde
es posible, el terror se ha vuelto
incandescente dentro de las
venas, de pronto es infame el reptil del desdén
y su disidencia de sombras.
Al borde del espejo, el pozo con
su parpadeo amargo
de hambres compartidas. La
hojarasca creciendo en los mástiles.
Barataria, 21.II.2014
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