lunes, 23 de julio de 2012

ROPA ÍNTIMA

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ROPA ÍNTIMA




Todas las noches invocamos los oráculos y juntas nuestras manos, desatamos todo lo que se adhiere a los poros: la cajita de luz y el goteo, el grifo de la respiración sobre el ombligo. Abajo, las bragas y el sexo al desnudo como un pájaro liviano en el rincón de los zapatos; arriba, la puerta frondosa del diluvio, el olor a asombro atado a la boca. Vueltos a los párrafos del sueño, la caligrafía compartida en la saliva, el algodón de la respiración moviéndose como montaña: en el fondo, las politiquerías de un mundo decapitado, las palabras asolapadas en la corrupción de los espejos. Un día, seguramente, seremos reducidos a andrajos, manos frías, conscientes del tiempo que ha pasado con las aguas al cuello del largo trajín. Lo cierto es que no nos pueden dar más muertes ni asesinos, ni cambiarnos como divisas: nuestra venganza ante la infamia es endurecer los nombres en tu ombligo, vivir allí, todas las aguas del orgasmo, guardar dentro del portafolio de los peces, el íntimo olor de la vigilia, las bragas donde flamea la arcilla, todo el tiempo hasta que muramos. Con sólo preservar las ventanas y el cuerpo entero de la puerta, le habremos ganado tiempo a los clavos de los muertos. (Cierto es que moriremos, pero en el descenso, el salmo heredado de tu sexo, será el asidero para mis largas letanías. Ante la historia, la mesa servida de tu ropa, la tinta transformada en infinito, la filigrana obscena del lenguaje incrustada en el musgo de su propio sedimento. A fin de cuentas, sin ella, es una franquicia para el pálpito más entrañable.)

Barataria, 23.VII.2012

2 comentarios:

Marina Centeno dijo...

Te he leído desde hace un tiempo, considerable dentro de lo que cabe, Poeta. Encuentro esta nueva estructura en Poética-prosa, que es un mielar (de miel), una forma distinta de demostrar el entorno que te habita y que pasa a formar parte de tu naturaleza de Poeta.
En especial, el trasfondo de esta entrega poética, tiene una carga fundamental erótica-amatoria, de un romanticismo usual en Cruchaga. Un romanticismo seguro y espeso. Me gusta tu casa, tu entorno y tu poética. Me gusta estar en silencio dentro de lo tuyo, como espectador, Lector y duende que indaga....

Saludos y besos, muchos, Poeta.

André Cruchaga dijo...

Muy agradecido, contigo Marina, por el feliz comentario que has dejado en este cielo. Desde cualquier forma se pueden abordar diversos temas: el erotismo es uno de ellos.
En vez de la ola sobre el litoral, el vaho cunde las hebras de la revelación, azul de hélices en las gotas de la exhalación, altas esferas alrededor del parpadeo.
(Fragmento de un poema que en este momento estoy cerrado.

Un abrazo,

André Cruchaga