Imagen tomada del Facebook de Beatriz Liliana Esliman
RESPIRACIÓN DE LA TEMPERATURA
Desde la madrugada se hace visible la temperatura y la sombra que la contiene: la mujer que hace veinte años desbarató mi respiración con su mediodía de metáforas. En mi debilidad me quiebra el sueño y posesa, entra en mi cuerpo y alma, misma que alumbra mis costados en la cama, misma que se apodera del verso pareado del jadeo, aquella que creció, sin embargo, en el reverso de la página con la misma hambre despiadada del pozo de los deseos. Veinte años después la veo en el estanque del espejo como agua bebible en el grito de mi locura, en el grito mudo de la celda del insomnio. De su carne, me desvela el ave de sus poros, el pajarillo de la sintaxis devastadora y desordenada, el íntimo rescoldo de las palabras inminentes. Ahora, creo, que hemos sido víctimas de nuestros propios maremotos, ahogados como estamos en los complementos del verbo, adheridos al movimiento de los adverbios, a ese vos y yo, de la espina de la primera persona que sólo pestañea en el murmullo. ¡Cuántas larvas desesperadas muerden el corazón, el espejo que le da vida a la rima duplicada del deseo! Cada vez inventamos historias en el vacío, siempre la incertidumbre, allí, en pleno estío junto a la brasa de los jardines. Ambos con ese apremio de carbonizarnos en los sellos postales de los manuscritos escritos sobre las hojas de la noche. Brotados como hemos sido, qué escenario deben ocupar nuestras bocas: ya casi agonizamos del infarto de sabernos pequeñeces mudas en este laberinto de lucidez quirúrgica. Nuestra respiración es cruda como el trance a la desgracia, como el mordisco mortal que nos da la melancolía.
Barataria, 25.VII.2012
2 comentarios:
Mi querido André, Poeta: Luego del imaginario que enaltece al autor y su creación, existe un entorno y un hábito, una manera simple de desenvolverse por la vida, personas que llegan, se encuentran y realizan actos sublimes y decoroso en la vida. Qué decir de la entrega tuya como Poeta. Qué decir de la profundidad de un hombre y la soltura con que desenreda el cabello de la Poesía.
Este poema se ha clavado dentro de mi condición de Lector y viajador de tu cielo...
Marina Centeno.
Querida poeta Marina, qué puedo decirte, frente a tus palabras, generosas y acertadas. Siempre el poema es una reconstrucción de la memoria, reminiscencias, vocales que a menudo se cuelgan del propio abismo personal.
Me alegra, sobremanera que te guste esta prosa-poema: sin duda, otra manera de enconcontar música en los paralelos, en las líneas adentro del espíritu.
Sólo escribo, más, todos los días. Dejo que la noche o el día me hablen; así sacudo todos los miedos.
Un abrazo agradecido,
André Cruchaga
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