Imagen cogida de: elcandildelospensamientos.com
LINTERNA
La luz, pez en el aire colgada de
la marea de mis ansias. Entre otros
asedios, la madera sonámbula de
los atriles, los estribos inéditos
del balcón, el sendero que deslía
los zapatos.
En desbandada el pañuelo de los
pájaros nocturnos, el pedestal de la sombra
de todo aquello que constituye mi
puerto:
siempre la piedra en su mutismo
de barca silenciosa, el grafiti desbocado
de las manos, el tímido mar que
emerge de mis ojos.
Quizá en el deshoje de los
sueños, algo inefable cunde mis harapos,
¿Es el traspiés, la puerta o
salida de la niebla?
—Entre húmedas señales, se quema
el páramo de la boca para enjugar
los lentos afluentes de la
mácula.
(Todo es como lo evoco a las doce campanadas)…
Barataria, 19.VI.2013
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