Imagen cogida de: antenadocente.blogspot.com
AFÁN
Mi único afán es escribir el
poema diario. En él, el vaso de las sombras
y algún pájaro. ¿Cómo nace y
muere el poema? ¿De qué hierro o tiempo hablo? La rosa de la tarde en el
cántaro del horizonte,
igual que todos los cuerpos que
esperé un día en la rama del árbol,
igual que todas las historias que
olvidé un día cualquiera.
En torno a mí, el único afán
posible: escribir el no sé qué desde los ojos,
subirme a los encajes del
rastrojo,
despertar en el hangar de las
aguas, en las cuatro dimensiones de los puntos
cardinales: (escribir es un destino de cimientos y abismos),
lo sé ahora frente a todo lo
inmóvil. Lo sé cuando los zapatos deshacen
el trajín y la luz asoma en las
palabras.
Aún empieza mi infancia, pero
gozo. Cómo no gozar el vuelo de la tinta,
y el aguacero que descubro en la
ventana, el perro que lame la alegría
de su lengua, y el tiempo que
nace y discurre.
En este designio compartido,
dialogan mis palabras, las semillas convocan
a la página, total estación del
pulso.
Barataria, 14.VI.2013
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