Imagen cogida de la red
TATUAJE
En el enjambre de los poros
encendidos, el tórrido pétalo de los párpados.
(Heredamos del tiempo cuanto en el aliento se devana.)
Cada tatuaje no deja de ser infortunio de luciérnagas, rostro
invisible
del cíclope de la escarcha sobre
esa fábula de peces ahogados;
sobre el yagual dolorido de la
carne, el agua desvelada del sinfín, los olvidos
que nunca son plenos,
tampocoel abismo, absoluto
espejo; ni la sombra, total cruz del sufrimiento.
¿Cuántos gemidos caben en el
pájaro sombrío de la saliva?
¿Cuántos padresnuestros le
rezamos al caracol desflorado de la rosa inesperada
del vaho? —¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo, vos, en mis
miedos y recuerdos
del país quebrado en mis mapas?
Supongo que después aullaré sobre
la rama de los poros, sin restarle olvido
al tatuaje de las viejas muertes:
es duro el otoño en el costado.
Barataria, 29.VII.2014
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