miércoles, 9 de noviembre de 2022

EBRIO DE ESCOMBROS

Obra pictórica de Joan Mitchell

EBRIO DE ESCOMBROS

 

Sólo los ojos son todavía capaces de emitir un grito.

RENÉ CHAR

 

Desde siempre morder los calcañales del perro callejo que bosteza

su hambre burlándose del mundo cada vez que le estropean

la esperanza de un hueso. Sobre la losa de piedra su esqueleto.

Vallejo y Baudelaire miran de reojo apoyándose en la muerte.

Al parecer no cesa un ebrio entre los escombros del bien y el mal,

las mentiras piadosas con las que se engaña la vida.

A veces solo hace falta un candil moribundo para atravesar

la eternidad de un mendrugo, atrapar en el cedazo de miel

el dolor, la página de vida de una jaula, el remolino de los deseos

en el cuentagotas de la felicidad. «La oscuridad es un camino

y la luz un lugar / el cielo que no existió ni existirá».

Siempre vamos tupidos de maleza, somos fetos en aguas agolpadas,

seres en el abismo que soñamos, vástagos de granito procaz.

Antes que se bifurque el gusano en la carne, le hacemos cosquillas

al destino, e irrumpimos en el «reino final»

                                             de las oscuridades más aviesas.

.

Del libro: «Mi memoria se ha cansado de llover y esperarte», 2022

©André Cruchaga


 

No hay comentarios: