A MERCED DE CAMINOS DE HUMO
A lo largo de los caminos de
la noche avanza la cohorte
de aquellos que tienen
países y como último recurso
los abandonan dejando atrás
sus rostros.
Sylvie Fabre G.
Estamos a merced de los caminos empinados del
humo, ya sin país, solo mirando pasar los sueños, hundidos en calles
desabrigadas, suspendidos de un hervor inmóvil e insomne. A ratos únicamente
nos salva el umbral de los recuerdos, aunque persista el pupitre de la bruma y
el olor a trompo desdibujado por ráfagas de hojarasca. Aquellos sin orfandad no
conviven con la noche, ni conocen el adobe amortajado de la esperanza, ni el
bullicio del hambre que corroe despiadadamente los zapatos. Negros relámpagos
se avecinan; y no son precisamente pájaros, sino la calavera de la rosa en el
cuero de la ruina de los candelabros.
Del libro: Fuego de
llaves invisibles, 2021
©André Cruchaga
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