©Pintura de Laurence GARNESSON
RAPTO DE SOMBRAS
Aún puede
verse a la luz de un relámpago el caballo del rapto que se pierde a lo lejos.
Vicente
Huidobro
Abro, en la
ebriedad del relámpago, los largos días de la premura. Los cuatro costados del
tiempo que deploro, el pudor estrecho de los panes a la hora del rapto. En el
rostro aparece la niebla que muchas veces pasa lenta como un techo moribundo, o
como un olvido tibio de lejanías. En medio de la bruma, las almohadas gastadas
a perpetuidad, los ojos que se apagan en la noche. A veces la luz es sólo una
mortaja colgada en la ventana del sinfín, una palabra que prefiere callarse.
Nada cambia pese a los días que se desgastan, nada cambia en los guantes de
hule de lo invisible. A lo lejos, supongo que el horizonte exagera los golpes
de algunos nombres que uno maldice cuando la tos se acorrala en el pecho.
Del libro
“Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga
©Pintura de Laurence GARNESSON
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