miércoles, 19 de septiembre de 2018

INTIMIDAD DE LA ESCARCHA

Imagen de la red






INTIMIDAD DE LA ESCARCHA




Poco queda en el hueso de las palabras, en el depósito amontonado de los días, en las aguas del cordero de una lágrima, en la bandera ennegrecida y mórbida, en las madrugadas vacías de los párpados. (Da igual, siempre, leer las punzadas de las noticias de los periódicos, da igual el feto sentenciado a muerte de la libertad: uno vive divorciado, desangrándose, doliéndose sin interrupciones, en estos tiempos circulares del hollín.)

Hemos despertado entre los muertos y escuchado el sermón de las transgresiones: las palabras no dicen nada en los discursos más allá de los zumbidos vibrantes de las aglomeraciones.

—Vos desfallecés desgarrada en mi locura de árbol erguido. Resucitamos mientras lo inmundo nos absorbe e inunda el sostén, o la brasa, proclama su humedad.

Después, nos reímos de lo subterráneo de los resuellos: el hambre, a menudo ilumina lo recóndito.


Del libro: “Antípodas del espejo”, 2018
©André Cruchaga

No hay comentarios: