La Esperanza se ha vuelto un féretro en la boca. El día, apenas, insomne
Juego de llaves, puertas sin aldabas, velorios donde sólo se recuerda
A los muertos. Sobrevivientes de taludes desamparados.
Ardemos de rodillas en el fuego. Ardemos en el hollín del desamparo.
Juego de llaves, puertas sin aldabas, velorios donde sólo se recuerda
A los muertos. Sobrevivientes de taludes desamparados.
Ardemos de rodillas en el fuego. Ardemos en el hollín del desamparo.
Autor de la fotografía: Sergio Andrés García
SOÑÉ MEJOR LA PATRIA
Soñé
… mejor la patria
VICENTE ALEIXANDRE
Tan cerca de mi memoria la zarza del vértigo. La salmuera
De las telarañas. Esta tierra tormento de lápidas, golpe de lluvia
Exasperada en las sienes.
Solamente con analgésicos se pueden caminar rodos los senderos:
Las lunas arrebatadas al calendario,
Los jeroglíficos del sol a la intemperie, la pared ciega ascendiendo
Al lenguaje de los sordomudos: una a una la historia de las máscaras.
El rehén de piedras que somos, deshabitados cielos en el cuello
De los insectos. Sueños aún esperando la víspera de las ventanas.
Nunca salimos del muro indecible a la luz. Nunca de esta alta sombra
Del viento. Nunca del jardín de medianoche cegando las pupilas.
Todos los inviernos se juntan en el tecomate del invierno.
Remota la alegría para olvidar la tristeza. Amaneceres agonizantes
De la duda, solamente para la escoria en las manos.
No es la luz la que se cierne sobre la lengua de los litorales. No lo es.
No es el arado el que murmura sobre los guijarros.
La Esperanza se ha vuelto un féretro en la boca. El día, apenas, insomne
Juego de llaves, puertas sin aldabas, velorios donde sólo se recuerda
A los muertos. Sobrevivientes de taludes desamparados.
Ardemos de rodillas en el fuego. Ardemos en el hollín del desamparo.
De un tajo los ojos en el vertedero, la trama oscura en las pupilas.
No sé si la historia es esa travesía de los sueños, ese abismo de peces
Sajados en la noche, esa herida tallada en la emboscada, los dientes
Mordiendo los espejos de la intemperie.
Nos hundimos en las aguas de los féretros. El terror roto, vaciado
De los escaparates, el reverbero de los huesos como un tapiz de sucesivas
Muertes. Los álbumes sustraen el terror, el polvo inhóspito de la breña,
Los días rotos de los mecates,
La sombra sin olvido, cavando cada vez, en el umbral de la mesa.
Soñé mejor la Patria. Soñé los días sin idolatrías. La piedra de moler
Cifrada en cada abanico de las pupilas.
Soñé mejor esta Patria. No en la tormenta del espejismo. No en el aullido
De la ficción. No en la hierba del grafiti colgando de la garganta.
No en el cuarto oscuro de la soledad. No en el gastado tatuaje de aceras
Inciertas. No en la catacumba de humedad siniestra.
Barataria, 08.IV.2010
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