martes, 8 de abril de 2008

Elegía tercera_André Cruchaga

Ilustración: Marcel Duchamp.






Elegía tercera



Aquí he visto pasar los grillos que el Lempa levanta en la noche.
¡Cuántas veces pasamos este paraje con luciérnagas,
Con tanques y ametralladoras y M16 y AK47
Y siempre salvamos nuestra fragilidad humana!
¿Qué aprendimos de aquel tiempo que pasó encima
De nuestros cuerpos y sueños?
Aquellas batallas no sé quiénes las ganaron o perdieron.
Nosotros, en cambio, perdimos el resplandor de la luz:
El viento de la Esperanza en nuestras cabezas.
Perdimos el arpa de los sueños. Perdimos los ojos de la luna.
Perdimos el libro subterráneo de las emociones.
Perdimos la gracia de reventar campánulas,
Aun con el riesgo atroz de la muerte:
Esquirlas de estrellas fragorosas cayeron sobre nuestras sienes.
La guerra pasó con su ardiente noche:
Qué de nosotros montados en caballos de olvido,
Qué del galopar sobre el río de los anhelos…

Nada quedó porque huimos: ni los golpes de artillería
En los ingenios y los puentes y las casas…

Sin embargo, nos alcanzó su prostituida pólvora.
Nos alcanzó su sangre diluida. Nos alcanzó su vaho de espesa niebla.
Ahora las ventanas se confortan con tu ausencia.
La yedra creció en la espera como una barba desordenada,
Hasta formar “falsas ventanas”.
“Tal vez nuestra única felicidad sea la de haber vivido”,
Entre los rigores de la hojarasca,
Muriendo entre gente descalza,
Para sentir las baldosas de la vida.
Ahora desde latitudes de incierta niebla y ventisca,
“te veo descender con tu ropa oscura,
Empolvada, por el largo paso de la espera
Y sojuzgamiento. Vienes hacia mí,
Llamándome por mi nombre de guerrero,
Y oigo sonar las sílabas
Rotundas y embriagantes.
De retorno llegas, avientas de mi rostro
Toda la nostalgia sin sentido,
Alegre y ardiente. Me miras lenta
Debajo del sol y flotas
Quiméricamente solitaria y aturdida”.
La vida es todo esto: nos gastamos…
La vida es todo lo que nos queda:
Gritos convertidos en espinas y labios extenuados,
Por el dolor sordo del respiro.
La vida es todo lo que nos queda:
Los párpados cerrados sobre el musgo de la almohada,
La noche mordiendo mariposas mudas,
Y una crayola dibujando líneas en el horizonte
Para recordar la infancia…
Barataria, 26012004.
Del libro inédito: Elegías.
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