CANCEL
No hay tiempo que perder en
este mundo embellecido por su fin tan próximo.
Se te ve en todas partes
dando vueltas en torno
a cualquier cosa como en
éxtasis.
De tus salidas a la calle
vuelves con los bolsillos llenos de tesoros absurdos: guijarros, florecillas.
Hasta que un día ya no
puedes luchar a muerte
con la muerte y te entregas
a ella,
a un sueño sin salida, más
blanco cada vez, sonriendo,
sollozando como un niño de
pecho.
Enrique Lihn
Siempre las luces tenues en el torrente carrasposo
de la noche allí donde ciegos se multiplican los gritos un cuerpo sobre otro
como ese tráfico de los congestionamientos todo es urgente y duele la
habitación sin cama el sueño sin ventanas alrededor de los canceles donde el
tiempo solo es la proporción del vacío —uno no sabe a ciencia cierta cuáles son
las claves de la civilización: candelabros cómics pasa papeles mecates pitas
sosteniendo el aliento el pájaro del falso olvido en los bolsillos el falo
arrimado al bajamar del vestíbulo los periódicos arrugados en los poros sin más
futuro que permanecer adheridos a la piel o la tierra en las difíciles
estridencias de la calle esta luz envejecida como una mancha en los sucios
zapatos de las esquinas solo hay bodegas grises en las ojeras densidades oscuras
surcadas por el aliento ¿quién sale de estos espacios apretados de sábanas?
¿Quién se acerca al juego de ser distinto? ¿Quién da o pide explicaciones a la
evidente desigualdad de las ventanas? me
río frente a los ases de la oferta y la demanda mientras muchos hacen lo suyo
en los callejones del titubeo me río cuando se habla de homologaciones con una
sensación de escalera oscura me río de los trastabillones que provoca el frío y
el falso estupor de quienes se rasgan las vestiduras ¡cuántos caminos equivocados
y muchos todavía por andar! a menudo nos enfrascamos en las nimiedades por
aquello del marketing inocentes vivimos
atemorizados por el miedo también es parte de la guerra sucia contra el
discernimiento ah es que al discernir ofrecemos resistencia condición necesaria
para salir de la oscuridad ahora podemos hurgar los bolsillos y despojar a
quienes nos despojan con sus vicios desde siempre hay tantas mentiras bien
elaboradas y hacen un harapo de la condición emocional entre un cartón y otro
la situación es la misma: sudo en las aristas del cuerpo corroído por los
magullones pegajosos del olfato en la desnudez de vaca flaca que acecha los
aullidos de este escenario después de todo la vida es una carrera contra el
tiempo queremos ordenar este mundillo de la artificialidad romper con lo
divertido que resultan las fobias o el pánico meternos en el folclor de las
celebridades siempre es espectacular lo incoloro lo pintoresco de la elegancia
en fin todas las semanas sin inmutarse: teatro comedia prejuicios reprimidos
hostiles cuando ya se han instalado en el areópago ¿quién recuerda a quién
después todo? un espejo que cede a los deseos al otro lado del cancel muchas
elucubraciones inexplicables el mundo que no es mi mundo la música y sus
estratagemas los ojos cerrados a los discursos el maquillaje y las misas
dominicales los inquilinos que fijan los horarios los tres tiempos de comida
con derecho a reengancharse todo es un absurdo complejo y unitario jamás la
decadencia urbaniza la conciencia —lo sé ahora cuando el despojo es la caja
negra del cromatismo y la calle un pedal de proporciones siniestras salgo de
Jericó por si acaso…
Barataria, 28.X.2014
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