Fotografía: Donald Aguirre, USA
La noche siempre es un muro o una frontera.
Contra ella se vomita la sangre del tiempo
Y las angustias que salen negras del alma.
En la almohada el cuarto oscuro del sueño:
La respiración estremecida, el vagón de las
Sábanas Sin muslos, las palabras acumuladas
En el silencio. —Esta es la noche en mi herida,
Noche salpicada de tiempo, oscura corriente
De hojas sobre estatuas. En el campo de batalla
Nadie sabe por qué se mata finalmente al otro,
Cuando la voz propia no cuenta;
Dé qué sirven los espejos de la artillería
Y los fusiles de asalto, si no es para combatir
La truculencia y los falsos valores que crecen
En la madera de todos como espigas flamantes…
(Y aun así no hay arma que se justifique
Cuando su ausencia podría salvar vidas,
Millones de vida que a diario mueren…)
Hay niños ciegos rodeados de pólvora.
Hay niños En la orfandad de sus brazos,
Hay niños sin pensamientos Y sin alcancías,
Hay frío en las ramas de las calles
Junto a cientos de muertos, junto
A camisas rotas y agujeros en las paredes.
El manjar de la noche se hizo de pólvora y cuchillos.
La mentira ha sido elevada a verdad combatiente.
Toda sombra se tornó esqueleto de ternura.
Espectral resulta la niñez en las calles comiendo
Los escombros de la historia —mercado oscuro
De la alevosía, pan sin latido en su harina hirsuta.
La omnipotencia del caos nos consume —se volvió
Claridad e investidura y bodega doméstica.
Dicho esto: “No quiero proponer nada al mundo
Ya suficiente tiene con sus tristes historias
Que corren como infinitas gotas de mercurio.
Lo único que hago es decirme que tengo hambre
Hambre de gran ciudad civilizada y fina
Tanta hambre que me excito al ver pasar los gatos
Que me excito sexualmente digo al ver pasar los gatos
Cultor como soy de todas las delicias entrelazadas.”
La noche siempre es un muro o una frontera.
Su manjar cada día se hace de pólvora y cuchillos.
Mientras tanto, como miles de seres en todos
Los continentes “estoy con hambre
El hambre es una especie de cáscara de hierro
Que te mete los grandes colmillos en los hombros”…
La noche del hambre que los sueños gritan, bodegas
De esqueletos muriéndose sobre la tierra,
Así el Orden mundial, diestro, cruza la vida.
Barataria, 27.XII.2008
___________________La noche es una frontera
La noche siempre es un muro o una frontera.
Contra ella se vomita la sangre del tiempo
Y las angustias que salen negras del alma.
En la almohada el cuarto oscuro del sueño:
La respiración estremecida, el vagón de las
Sábanas Sin muslos, las palabras acumuladas
En el silencio. —Esta es la noche en mi herida,
Noche salpicada de tiempo, oscura corriente
De hojas sobre estatuas. En el campo de batalla
Nadie sabe por qué se mata finalmente al otro,
Cuando la voz propia no cuenta;
Dé qué sirven los espejos de la artillería
Y los fusiles de asalto, si no es para combatir
La truculencia y los falsos valores que crecen
En la madera de todos como espigas flamantes…
(Y aun así no hay arma que se justifique
Cuando su ausencia podría salvar vidas,
Millones de vida que a diario mueren…)
Hay niños ciegos rodeados de pólvora.
Hay niños En la orfandad de sus brazos,
Hay niños sin pensamientos Y sin alcancías,
Hay frío en las ramas de las calles
Junto a cientos de muertos, junto
A camisas rotas y agujeros en las paredes.
El manjar de la noche se hizo de pólvora y cuchillos.
La mentira ha sido elevada a verdad combatiente.
Toda sombra se tornó esqueleto de ternura.
Espectral resulta la niñez en las calles comiendo
Los escombros de la historia —mercado oscuro
De la alevosía, pan sin latido en su harina hirsuta.
La omnipotencia del caos nos consume —se volvió
Claridad e investidura y bodega doméstica.
Dicho esto: “No quiero proponer nada al mundo
Ya suficiente tiene con sus tristes historias
Que corren como infinitas gotas de mercurio.
Lo único que hago es decirme que tengo hambre
Hambre de gran ciudad civilizada y fina
Tanta hambre que me excito al ver pasar los gatos
Que me excito sexualmente digo al ver pasar los gatos
Cultor como soy de todas las delicias entrelazadas.”
La noche siempre es un muro o una frontera.
Su manjar cada día se hace de pólvora y cuchillos.
Mientras tanto, como miles de seres en todos
Los continentes “estoy con hambre
El hambre es una especie de cáscara de hierro
Que te mete los grandes colmillos en los hombros”…
La noche del hambre que los sueños gritan, bodegas
De esqueletos muriéndose sobre la tierra,
Así el Orden mundial, diestro, cruza la vida.
Barataria, 27.XII.2008
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