Fotografía de André Cruchaga
TIMPANOGOS
A Alfonso y Beatriz
El frío baja como una aguja sin paracaídas hasta los ijares; bufa la niebla con esa parsimonia gris de Timpanogos, lengua gélida en el traspatio sin sábana de la intemperie. Chimeneas arden en cada esquina de la boca: a lo lejos, las altas montanas, los zapatos anónimos de la saliva, ―pasa un día y otro: ciudades construidas sobre rocas; aquí, baja la luna a morder las aguas estancadas de los lagos artificiales, donde los patos anidan sobre las plumas de la espuma. Entre estatuas devoradas por el silencio de ciudades dormidas, el jardín desnudo de los sueños, los rincones ateridos de los dedos de las manos, la sangre en los vasos de los pájaros ateridos por tejados oscuros. Mientras el látigo de los dientes punza al aliento, el ciervo blanco de la nieve se vuelve abanico. Luego, todo parece fuego invertido…
West Valley, Salt Lake City, Utah, 11.12.2011.
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