Ni será necesario el control de la natalidad en las penitenciarías
Poema sin bilis
Las palabras nunca dicen lo suficiente
O permiten hacerle sentir nuestro desamparo.
ENDRE FARKAS
En los tiempos más difíciles debemos llenarnos de coraje,
De otro modo no podríamos soportar la iracundia de la ropa
Sucia, y la piedra con la cual tropiezan nuestros sentidos.
[Es cierto que siempre te necesito desnuda.
Desnuda no requiero de la luz, ni de mi inteligencia,
Ni de mis palabras.
En las mañanas te veo extendida sobre las sábanas.
Atrás de la ventana, en los aleros, revolotean los pájaros.
Siempre es así el desahogo en el lecho:
La humedad libre de los dientes, los poros reflejados en los aleros].
El cielo según se nos viene contando no deja de ser aburrido.
El silencio o la modestia a menudo son trajes innecesarios,
Sobre todo cuando todo mundo hace alarde de los manjares
Que se sirven en los banquetes del poder.
De seguro que los chuchos aguacateros no saben de relojes de pulsera,
Ni los tulipanes se comen con frijoles guisados,
Ni casamiento;
Tampoco las galerías de arte le dicen algo a las estrellas.
(Claro que no me refiero a las modelos, ni a la vehemencia de nuestras
Américas, ni a sus gobernantes purificados por shamanes).
De pronto los niños sueñan con toda esa bisutería de Holywood:
Con la estrella y la alfombra roja
Que la Tv nos lanza como un escapulario.
Reconozco que ahora hay una gran fascinación por el sexo virtual,
En la banda ancha del suspiro uno no se contagia de sida,
Aunque no sé si sale más barato el asombro,
Si destrozan los días como la memoria de la Patria.
[Tu voz es descansada y suave.
Busco tus pies sin huir un instante de los sueños.
Hago alarde de tu muelle en las mañanas: hueles a mar, a playa.
Toda la lluvia se hace torrente, punto de las manos en la entraña,
El regocijo tiene un desván de pájaros].
A lo largo del viento se han puesto de moda los manifiestos,
De tal forma que las habitaciones se llenan de las contradicciones
Dialécticas. En este punto también salen a relucir necesariamente
Las categorías, la conciencia, los cambios radicales;
Algunos nos recomiendan leer a Tugárinov, a Stalin, Lenin,
Yo en cambio digo que es más entretenido El conde de Lautréamont,
René Char, Jean Arp, Pierre Reverdy, Charles Bukowski,
Samuel Beckettt, Gaston Bachelard.
Hoy es posible la eternidad sin necesidad de franquicias, ni albahaca.
[Te das cuenta, ahora, por qué es necesario afinar nuestras relaciones:
Debemos hacerlas cualitativas;
El País necesita mirar con otros ojos, subir el orgullo de nuestra
Fecundidad, llenar de menos cadáveres los cementerios,
Evitar los bichos raquíticos y mirar a Dios con cierta extrañeza.
Vos ya no debes pensar en el suicidio,
Ni en los cuchillos que pululan en la calle con toda impunidad.
El sexo es la mejor manera de quitarle el pus al Himno nacional;
Para ello hay que pensar en ciertos juguetes
A la hora de abrir el libro y darle vuelta a la página.]
Un día menos pensado los niños ya no dibujarán la muerte,
Ni será necesario el control de la natalidad en las penitenciarías…
Barataria, 03.X.2009
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