©Pintura de Jenny Prinn
DESIGNIO
A veces los ojos cruzaban la ventana para ver el aire
del poniente,
y temblaba el resplandor en lo indecible, el cielo
inclinado
en los jardines, la noche que marchaba del follaje.
A veces solo el alma que persiste en lo remoto de las
fronteras.
El despojo cae impunemente y amorata lentamente lo imaginado.
Mientras crece el invierno de las palabras,
se oye el murmullo que se prolonga en las estaciones
de la boca:
acaso porque la memoria siempre es una rama inconclusa
sobre quienes transitan la desnudez de la perplejidad.
Ante el umbral de la tormenta, la melancolía que
fragmenta
el cierzo, o la luz que prolonga el desvelo de los
poros.
En las inclemencias, por cierto, uno discierne el
trasiego;
afuera, el pálpito se alimenta del tatuaje y nos
revela el costado.
Del libro: Umbral
de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga
©Pintura de Jenny Prinn
No hay comentarios:
Publicar un comentario