jueves, 20 de noviembre de 2008

Existencia de la luz

André Cruchaga, El Salvador





_________________Existencia de la luz




Existes luz y estás aquí mordiendo hasta el último centavo de mis huesos.
Cruje la lengua tibia de las mejillas; el vacío —mundo abriéndose al cuerpo.
Relámpagos de sal sobre las sienes; deliran los dientes en la humedad
Del frío; —queman los jardines con su grito de arco iris; —arde la lengua
En su delantal empapado de polen; —callan los pájaros cuando
Reinventan el vuelo y la cotidianeidad se vuelve un río sin valor absoluto.
Un día la flauta de los sueños se hizo luz: —y aunque ciego, la piedra
Tocó el suspiro y pasó la noche sobre mis zapatos,
Y me quedé en tierra sabiendo de los barcos y sabiendo de los muelles
Y sabiendo de los puertos. —Ahora al mirar dibujo la luz de las ventanas:
Dibujo mis trenes dispersos en el aliento; lamo esa palabra vivir
Como una rama de trementina respirando en mis cabellos. Toco la luz
De ayer y la de hoy: —la luz pende de mis ojos frente al bosque. Respiro.

La luz entre las piedras se hizo pedernal. La llama en los ojos, pájaro.
—la piel, ese abecedario del alma que refleja el tránsito de uno, de otros,
De todos los que prendieron el ocote para conocer los olores rojos
De las frondas. O el magma del índigo en el cielo. O el amarillo descolorido
De las breñas. O la verdad seducida de toda desnudez bajo sábanas oscuras.
—La luz está aquí con su delirio transparente. Crujen las cacerolas
Del que sueña. En el pensamiento la claridad ríe junto al aceite que derrite
Los demonios. Ríe mientras existe el parpadear de las cebollas.
Alumbra por los cuatro costados del silabario. Crece en la noche censurando
Tanta oscuridad. Lame las uñas de los búhos. Bebe la voz dura de los muros.

Frente al espejo arde con sus pies detenidos. La sombra la desvela
Para tornarla manantial: —así queda inscrita en el pecho y en los ojos
Que la devoran plenamente. Esta luz no cesa jugando con sus dientes,
Aún en aquellos sitios donde la lluvia entra por las ventanas y la herrumbre
Lame la cara con su lengua de bruma.
A menudo el semen ciega las pupilas cuando busca un cuerpo;
Entre las manos queda el labio que repta
Sobre el camino del filo —callan las dunas en su armario: aquí nací
Pasando por el ojo de la luna, torturando mis sienes con peces de lluvia.
Ahora mis ojos prefieren la risa de las ardillas
Y el molino que convierte el grano en espectro;
En los árboles amanece el poema, el artificio del destino y una que otra
Rata insomne. El cielo de la luz persigue lo humano:
No el de los albañales que deshacen las páginas del día,
Sino el cielo de las palabras en el conjuro de la boca. El cielo de todos los días
Cuyo bosque burbujea en el aliento.
La luz se hizo así como una cuchara para trasegar o hacer bebible el polvo
Del destino; —ella dibuja cuerpos y, en sus brazos,
Una inmensa ola de colibríes ascendiendo a la novena onda del viento.
Cerca de mí el ángel de la vida a mi costado: —hostia del principio
haciéndose figura y misterio…
Barataria, 20.XI.2008
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André Cruchaga: Nació en Chalatenango (El Salvador), en 1957. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Educación. Además de profesor de humanidades, ha desempeñado la función de docente en Educación Básica y Superior. Parte de su obra poética ha sido traducida al francés por Danièlle Trottier y Valèrie St-Germain. Estas últimas, los libros: “El fuego atrás de la ventana”/Le feu derrière la fenêtre (inédito) y “Viajar de la ceniza”. La poetisa Miren Eukene Lizeaga, por su parte, lo ha hecho con el libro “Oscuridad sin fecha” al Idioma vasco (Euskera); y poemas sueltos, al holandés por Michel Krott. Jurado de Poesía de la XVI Bienal Literaria "José Antonio Ramos Sucre", Venezuela, junio de 2007. Buena parte de su obra se encuentra publicada en diferentes revistas electrónicas y en papel de Argentina, Chile, España, Grecia, Estados Unidos, Canadá, Colombia, México, Perú, Italia, Holanda. Ha participado en diferentes eventos literarios en su país, así también ha recibido por su obra literaria varias distinciones. Entre sus libros editados podemos mencionar además: “Alegoría de la palabra” (1992), “Visión de la muerte” (1994), “Enigma del tiempo” (1996); “Roja vigilia” (1997) “Rumor de pájaros” (2002), “Oscuridad sin fecha” (2006); “Pie en tierra” (2007), “Caminos cerrados” (México, 2008), entre otros.

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