CALLES DE
ALABASTRO
En las
calles empinadas y siempre crepusculares,
luz opaca
como filtrada por sementinas láminas de alabastro,
ocurren
escenas tan familiares como la muerte y el amor;
María
Mercedes Carranza
Sin asas la losa que se yergue frente a los ojos
del color ensimismado del sofoco, de los salmos de ceniza dictados por el
viento de las estaciones crepusculares del guijarro. Siempre las calles
desnudas como las hojas de papel periódico a la deriva insoluble de los cascos,
de las infancias invadidas por extraños ciclones de abandono. Las calles nos
desgastan con sus precarios rehenes. ¿Dónde poner un pie antes que desaparezca
el alba y nos quede solo la pocilga de país que han hecho a su medida los
falsos profetas de la Providencia? —Ante la inclemencia, los golpes de otros
desencuentros; la clandestinidad que se avecina para mutar esta noche de
espinas. En aquellos sembradíos de tulipanes en Woodburn, no había esta zozobra
de usar ropa negra.
.
De ‘Camino disperso’, 2021
©André Cruchaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario