©Pintura
de Alexander Zavarin
RELATO FINAL
Hoy
es la primera vez que me doy cuenta
de
la presencia de la vida.
César
Vallejo
Sólo quiero un regazo sin pesadillas para fundar en mi
sombra
jardines de irrevocables relámpagos.
En los sucesivos senderos de las miradas, el fluir de
tinta
del paraíso y sus comensales consuetudinarios.
Para instaurar la fábula, exiliamos el crepúsculo.
Así, le damos rienda suelta al viento y enhebramos la aguja de brizna
en el
tórax. El abrevadero es nuestro horizonte.
—Supongo que sabes
que sobrevivimos a la insania y al torpe
trajín de los días que derivan de los huesos.
En el vaho bestial de los objetos, la niebla enturbia
la gota
de verdor de la sangre. Con todo, salimos de la
ciénaga
y de la mordaza de pájaro enjaulado,
y del duro filo de los cuchillos. Hasta entonces
convalece
la almohada y su almacén de celestiales dulzainas.
(Ahora, claro, la historia es otra y
estamos en paz.)
Del
libro “Vallejo dream”, 2019
©André
Cruchaga
©Pintura
de Alexander Zavarin
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