©Pintura
Richard Diebenkorn
POR
DESGRACIA LAS PALABRAS
colored pictures
of all things to eat: dirty postcards
And words, words, words all over
everything
Charles Olson
Por desgracia las palabras no sirven
para disuadir a un necio,
ni a un ciego atrapado en su delirio,
ni siquiera para el remedio en un
manicomio.
No siempre son la ventana o la puerta
para el razonamiento:
entre tantos rostros todo es erosivo,
un brillo opaco de enredos,
tan frágil como los espejos del
tiempo.
Tampoco curan la boca que nos estafa
perennemente.
Tampoco sirven para adivinar este
denso laberinto de moho
en el que nos encontramos.
Por cierto que la trama nos asalta y
nos insinúa sus cataratas,
nos desangra sin ningún remordimiento
posible.
Uno despierta y ve el cuello de lo
profético: hay mutaciones
siniestras y no dialécticas, en este
mercado de acuarelas.
La realidad nos muestra su esclerosis,
pero también su guillotina,
sus muñecos, sus ventrílocuos, sus
clowns,
sus plumas de feroz augurio.
A ratos los promontorios de heridas disfrazadas
de arcoíris.
Todo carece de sentido cuando la
ceniza se yergue
como montículo de próspera inocencia,
o de opulenta saliva.
Del
libro “Vallejo dream”, 2019
©André
Cruchaga
©Pintura
Richard Diebenkorn
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