Ilustración: Joan Miró.
Celebración del ser
“Yo no existo por mí mismo
y por mí mismo nada soy
me encuentro a cada instante ante la Nada”…
Edith Stein: Ser finito y Ser eterno.
Soy lo que soy en torno a las brumas
A las puertas ciegas de los muros
A las ventanas heladas de la aurora
Soy un desertor de la noche
Que alberga alas a la deriva
Soy un número frente al nosotros
Un hombre a la espera de espigas definitivas
Risas intactas
Ojos en soles
Sonrisas tiernas como la primavera recién salida
Soy cuerpo cotidiano corriendo los riesgos del aire
Padezco de intemperies
Los pájaros deambulan
Y construyen explosivos nidos sobre la niebla
Cuando cantan
Soy un rehén del tiempo
Me confundo con las edades
Y con el mar poseso de las sienes
Soy el que se acuesta en las tardes
Para escribir sobre los papeles de las nubes:
Bebo los exorcismos de la lluvia
Desando aldabas
Siembro soles en las palabras o la ceniza
Muero en los caballos del silencio
Labro la madera de los itinerarios
Provoco el mutismo de las piedras
Para sentarme en la cópula del aire
Soy el que siempre llama a las puertas
Con una plegaria en la boca
Soy uno entre tantos que maduran
Rizadas desilusiones
Y sin embargo le ríen al infinito como los clowns
Soy una imagen donde fluye la noche
Y los gestos espectrales de Ulyses
Soy esa pared de sentirme irreal en pleno tercer milenio
Soy pepenador de calles sin gargantas
Soñador de nostalgias
Soy ese fuego que por desgracia enciende melancolías
Y entra a la humedad de los sueños
Soy en fin sólo un pasajero que busca en los trenes
Esa larga armonía del silencio
Y la gracia del paisaje en las pupilas
Soy sólo esto: Un titubeo
Frente al alfabeto del arco iris
Un alma rodando entre baúles de áspera herrumbre
La nada misma en un calvario donde el ser titubea frente
A la saliva seca de la ceniza…
Barataria, 09122003.
Celebración del ser
“Yo no existo por mí mismo
y por mí mismo nada soy
me encuentro a cada instante ante la Nada”…
Edith Stein: Ser finito y Ser eterno.
Soy lo que soy en torno a las brumas
A las puertas ciegas de los muros
A las ventanas heladas de la aurora
Soy un desertor de la noche
Que alberga alas a la deriva
Soy un número frente al nosotros
Un hombre a la espera de espigas definitivas
Risas intactas
Ojos en soles
Sonrisas tiernas como la primavera recién salida
Soy cuerpo cotidiano corriendo los riesgos del aire
Padezco de intemperies
Los pájaros deambulan
Y construyen explosivos nidos sobre la niebla
Cuando cantan
Soy un rehén del tiempo
Me confundo con las edades
Y con el mar poseso de las sienes
Soy el que se acuesta en las tardes
Para escribir sobre los papeles de las nubes:
Bebo los exorcismos de la lluvia
Desando aldabas
Siembro soles en las palabras o la ceniza
Muero en los caballos del silencio
Labro la madera de los itinerarios
Provoco el mutismo de las piedras
Para sentarme en la cópula del aire
Soy el que siempre llama a las puertas
Con una plegaria en la boca
Soy uno entre tantos que maduran
Rizadas desilusiones
Y sin embargo le ríen al infinito como los clowns
Soy una imagen donde fluye la noche
Y los gestos espectrales de Ulyses
Soy esa pared de sentirme irreal en pleno tercer milenio
Soy pepenador de calles sin gargantas
Soñador de nostalgias
Soy ese fuego que por desgracia enciende melancolías
Y entra a la humedad de los sueños
Soy en fin sólo un pasajero que busca en los trenes
Esa larga armonía del silencio
Y la gracia del paisaje en las pupilas
Soy sólo esto: Un titubeo
Frente al alfabeto del arco iris
Un alma rodando entre baúles de áspera herrumbre
La nada misma en un calvario donde el ser titubea frente
A la saliva seca de la ceniza…
Barataria, 09122003.
Del libro Inédito: Transparencia esperada.
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