Pintura: Max Ernst
Extravíos
Me extravía este tiempo con su lluvia
De desamparos, con sus pañuelos de desgracia.
Aquí, esa desgracia es una mácula y una pústula,
Traje permanente
Invocando llanto y huesos.
Al pueblo que uno vaya, los niños sueñan
Con cadáveres y esa música de perros
Y serpientes sedientas. Tanto el hampa
Como los cristianos tienen sus adeptos:
En cada uno la gente madura sus dialectos;
Pero el pueblo de Dios es otra cosa,
—Ya lo decía Monseñor Romero,
No simple jerigonza que nadie entiende,
Donde se repiten salmos y se invoca alguna
Revelación de los apóstoles…
El tiempo es sólo un simple parpadeo;
Pero en ese parpadeo, se pierden ciudades enteras,
Se forja el destino: se vive, ama, odia,
Se incuba la miseria humana
Y el desamparo como afilada espada.
Este tiempo y este mundo son propios de la indiferencia.
Nunca se podrán asir. La bondad no ilumina,
Pero se globalizan los discursos, ahora,
Con imágenes satelitales y sin papel.
El mal compra almas. Para eso está la Bolsa,
Donde las ganancias se reparten
En raciones de hambre y soledad.
El tiempo es ese fugitivo ahogo de los ferrocarriles.
Ahogo. Vaho. Tránsito del suspiro,
Mientras gorjea un pájaro;
Tránsito del alma sin atuendos fastuosos,
Segundos de nacimiento y muerte en el Universo,
A la orilla de tantas Torres de Babel.
No sé hasta qué punto las leyes de Heráclito
Siguen siendo válidas
En una memoria con tantos jeroglíficos
Y muerte emergiendo como zompopos
Para anunciar la lluvia o la tempestad siniestra.
La realidad es una maravilla: permite
Verla y tocarla, olerla,
Aunque para ello pasemos siete túneles
De espesa oscuridad, cambiando los sueños
Y renovando nuestros ojos,
Es decir, quitando el moho de las pupilas.
Los grandes cónclaves se autonombran hacedores
De la historia, pero se reúnen para beber vino
Y trasnochar a las luciérnagas;
O en todo caso, a hablar a puerta cerrada
Sobre las estrellas,
Y olvidan que todo el Planeta sangre
Y que el dolor es más ancho
Que todos los océanos juntos…
Barataria, 04. 11. 2007.Leer más de André Cruchaga en: Arte Poética-Rostros y Versos, Palabra Virtual, Cuaderno del Zorzal y otros sitios virtuales de la red.
Extravíos
Me extravía este tiempo con su lluvia
De desamparos, con sus pañuelos de desgracia.
Aquí, esa desgracia es una mácula y una pústula,
Traje permanente
Invocando llanto y huesos.
Al pueblo que uno vaya, los niños sueñan
Con cadáveres y esa música de perros
Y serpientes sedientas. Tanto el hampa
Como los cristianos tienen sus adeptos:
En cada uno la gente madura sus dialectos;
Pero el pueblo de Dios es otra cosa,
—Ya lo decía Monseñor Romero,
No simple jerigonza que nadie entiende,
Donde se repiten salmos y se invoca alguna
Revelación de los apóstoles…
El tiempo es sólo un simple parpadeo;
Pero en ese parpadeo, se pierden ciudades enteras,
Se forja el destino: se vive, ama, odia,
Se incuba la miseria humana
Y el desamparo como afilada espada.
Este tiempo y este mundo son propios de la indiferencia.
Nunca se podrán asir. La bondad no ilumina,
Pero se globalizan los discursos, ahora,
Con imágenes satelitales y sin papel.
El mal compra almas. Para eso está la Bolsa,
Donde las ganancias se reparten
En raciones de hambre y soledad.
El tiempo es ese fugitivo ahogo de los ferrocarriles.
Ahogo. Vaho. Tránsito del suspiro,
Mientras gorjea un pájaro;
Tránsito del alma sin atuendos fastuosos,
Segundos de nacimiento y muerte en el Universo,
A la orilla de tantas Torres de Babel.
No sé hasta qué punto las leyes de Heráclito
Siguen siendo válidas
En una memoria con tantos jeroglíficos
Y muerte emergiendo como zompopos
Para anunciar la lluvia o la tempestad siniestra.
La realidad es una maravilla: permite
Verla y tocarla, olerla,
Aunque para ello pasemos siete túneles
De espesa oscuridad, cambiando los sueños
Y renovando nuestros ojos,
Es decir, quitando el moho de las pupilas.
Los grandes cónclaves se autonombran hacedores
De la historia, pero se reúnen para beber vino
Y trasnochar a las luciérnagas;
O en todo caso, a hablar a puerta cerrada
Sobre las estrellas,
Y olvidan que todo el Planeta sangre
Y que el dolor es más ancho
Que todos los océanos juntos…
Barataria, 04. 11. 2007.
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