lunes, 6 de agosto de 2007

Frontera de la noche, tú, País_André Cruchaga

Pintura: Juan Gris_Naturaleza muerta, 1917.





Frontera de la noche, tú, País




…País fronterizo de la noche
José Antonio Escalona Escalona




Vago en el agua sollozante del crepúsculo.
—Sangre. Sangre. Vaho. Gritos. Noche.
Estoy en la frontera de la carne y los huesos.
El País uno lo vive aniquilándolo;
Se funde en cenizas galopantes. Llamas. Crujidos:
(Aunque haya quien diga que hay
Necesidad de venderlo al mundo, tierno,
Hermoso, sin angustias).
Sin duda la esperanza es un gozo de la fe.
Sin duda hay ojos que no ven
El zarpazo, iceberg de la violencia,
Resuello de moscas como mares sobre la tierra.
La muerte aúlla con su musgo errante:
Vacía las entrañas y la casa y los sueños.
Eso que pasa en las calles es el País,
Así, alambradas de pólvora y cuchillos.

Esta arqueada vida es signo de cruces.
Cuelga de las ventanas, del hilo del horizonte,
Pústula del caos —desvarío de la muerte,
No del alma, zanjas del terror:
Cadáver sobre los hombros, colgando sus ojos
De tormenta furiosa.
Así te vas haciendo —o te están haciendo—
Frontera de la noche, sesgado pan.
¿En qué fosa caen tus raíces? ¿En qué tumba la risa?
¿En qué mesa el odio, galopante imperio?
Así te palpo. Jodido y jadeante.
¡La tristeza aparece como un muro de lamentos!
Las pupilas caen en lo grotesco,
Evaporada calma frente al horror.

Toda esta tierra es luz desunida;
Y así se nace, no en la transparencia,
Sino en ciego arrebato de contrarios.
Nada es la historia cuando los transeúntes
Pierden el lenguaje interior de las hormigas;
Nada cuando el eco sustituye la palabra:
—La sangre es la evidencia. La sangre del cordero.
Piedra el estado del hombre; arco, el paraíso;
Sombra el tiempo, espejismo de la conciencia
Sacudiendo los huesos del aire.
¿Qué luz nos das? —Luz de hierro.
Espacios invisibles donde la silla es piedra;
La cama, el amor feroz tierra del prójimo.
—La luz no es igual: nos hizo seres desvalidos:
Bultos, apenas de un sol nocturno,
Feroces osamentas, huecos del graznido.
—La luz verdadera no existe:
Da miedo el tiempo en su constante derrumbe.
(Así va el País, rompiendo los tejados:
Sangrando en sesgo hacia el futuro).
Luz de espera en otro cuerpo, en otros ojos
Que nieguen la ceniza de la historia…
Barataria, 05. 08. 2007.
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