©Pintura de Jean Charles Millepied
SIEMPRE HE SIDO EXTRAÑO
HABITANTE
Siempre he sido un extraño
habitante en este territorio de vastos
ojos: no hay fronteras y sin
embargo nadie cobija un pecho
Siempre he sido como una
palabra absurda en las esquinas
del horizonte o en el filo
que grita al mismo tiempo
una palabra acorralada por
la tristeza
una palabra que no es Ítaca
sino un vacío de pestilentes osamentas
una palabra que se perdió en
el antifaz del país una palabra
Siempre he sido ese ciego
cadáver del desconsuelo
Una corteza de agujero al
punto del llanto sin más música
que el vértigo que anticipa
la deshora
Una moneda de moho cubre
todos mis anhelos la miseria
que me escucha todas las
tardes ciega al fin como el tiempo
El pájaro es un desierto
equivocado en las pupilas de mis ojos
Estoy harto del embudo donde
grita mi alma harto de mi pecho
húmedo de puertos harto del
sonido que muere en mi intimidad
siempre he sido devoto de la
espera de mi ignorancia
y del mar que despierta
entre mis miedos y del presente que muere
a lo largo de mis vísceras:
a veces el latido es un fraude
en medio de tanta zozobra…
Del libro: Metáfora del desequilibrio”, 2019
©André Cruchaga
©Pintura de Jean Charles Millepied
No hay comentarios:
Publicar un comentario