©Pintura de Simon Kenny
CIELO CESADO
Pale, mystic lamps lean on the river-road
Bleaching the city’s lunar after-image,
And there’s the moon, and there’s the
setting sun.
Douglas Dunn
Ahora me miras después de un Edén de ceniza, entre
mercaderes de bisuterías y miedos. Caminar es una herejía cuando ante nuestros
ojos se desploman los zapatos. (Lo dije
siempre: duelen las yemas de los dedos al tocar el doble cuerpo de la hoja
marchita, esa vaga sensación de la nada.) Todo se complica al querer
acomodar la inocencia, cuando de súbito se escuchan voces lejanas. Ante la
fuerza de caminar en lo desconocido, el teatro de la indiferencia y el violento
ardor de la luz en la sangre. A veces sólo hay que aprender a leer el rictus de
la boca, para entender el vasto ardor del caos. En el pecho queda la piel
fatigada de los espejos y el único ojo que recuerda: el cielo cesado del alma
entre las muchas tristezas posibles.
Del libro “Vallejo dream”, 2019
©André Cruchaga
©Pintura de Simon Kenny
No hay comentarios:
Publicar un comentario