Imagen cogida del FB de Doina Dorneanu
DESMESURA
Siempre huye el ojo al compás del
golpe de ataúdes. Siempre ciego
el confín negro de los témpanos,
la voz olvidada en el hueco de los grises.
(Nada era ya recuperable, lo sé ahora.)
Todo fue desproporción y
desmesura. Todo fue estallido de muerte.
(A esta fecha no le encuentro misterio al suicidio, más allá del
ijillo
que se adentra en los poros del vigía.)
Mejor abrocho la camisa de los
milagros, por si acaso.
Tuve que salir del patio de mis
convulsiones, dura capa de granito la curva
del vértigo, la superficie
desbocada de las trepidaciones. (Quizá un
día
estemos frente a frente, sin postigos, abiertos a los zaguanes.)
—En la plaza de la memoria, lo
humano del viento con su acostumbrada
almohada, hace lo suyo.
Toda brasa al final es inhóspita
antítesis, así reza en el catecismo
desvelado de la ceniza, símbolo
sombrío de la puerta…
Barataria, 18.VII.2013
Hasta siempre, la pregunta que busca en el devenir una respuesta, a pesar de ser ciego, sordo o mudo hay algo que ver, decir y escuchar, La poesía... una de ellas
ResponderEliminarque no podemos dejar de encarar ye intentar resolver a pesar de todo Un placer.
Sin duda así es, poeta Leticia. Sin duda. la poesía nos salva con su magia de aventura gozosa.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido,
André
Leerte, André, es abrir horizontes. Caudalosos caminos que tiene tu Poesía!
ResponderEliminarUn placer.
Marina Centeno.
Gracias, poeta Marina Centeno. Aprecio todo el valor de tus palabras.
ResponderEliminarAndré