Imagen ©Pintura -Oswaldo
Guayasamín
RELECTURA
Después de tantos
psicoanálisis, el complejo de Edipo cava abismos
en el laberinto matriarcal
de las abejas.
Por suerte, las relecturas
cambian el rumbo de las cárcavas históricas
nunca despreciables en el
montepío de una sociedad capitalista.
Si me
quedo en este mundo atropellado, muero arrastrado
por
tentaciones, por eso prefiero abrirle el camino al viejo alquimista
que supera
la tragedia humana, la inacción es una tragedia maléfica;
siempre
pienso en Goethe tirado sobre el pasto de Wetzlar leyendo
a Homero,
y a la sombra, Lota, extensión concedida del tiempo.
Entre
tanto las pupilas se desfiguran en el lenguaje ensombrecido
de alguna
elít que mama la leche del crepúsculo junto a los difuntos
del nuevo
orden que vivimos.
Por
convicción prefiero la lluvia para lavar todas las asperezas
del aborto
decadente que soy, de la máquina-hombre y los mercados
embrionarios
del futuro tan desiguales como el país en donde vivo.
En la
aureola de algún santo seguro habitan comerciantes
de
fármacos, boticarios del viejo orden para curar diarreas sin el uso
de plantas
medicinales, claro que Virgilio se reiría de estas cosas.
Aquí por
cierto no se construye otra Troya ni ha nacido otro Eneas.
Del libro: «Final de
espantapájaros», 2013
© André Cruchaga
Imagen ©Pintura -Oswaldo
Guayasamín
No hay comentarios:
Publicar un comentario