MUESTRARIO

Imagen cogida de Printerest

MUESTRARIO

Bajo las invocaciones del alba las palabras se yerguen como una campana temprana: un pájaro denso picotea la gota de cierzo suspendida en la hoja de luz del sonido: bebo impropiamente la humedad de la entraña luego me inclino al pozo de las consideraciones descuelgo la baba del quebranto para acercarme al cuerpo del designio a ratos refajo mis pensamientos para evitar el zigzag de los agujeros que deja la espina de los espejos con todo reparo en el ombligo mohoso de los candados allí el estanque a mitad de mi boca los desperdicios del fermento o ese ahogo cansado que produce la niebla vivimos en la proclama de las sombras auque el día gesticule sus jardines y pensemos en un momento en la desnudez verde de la respiración en el espejeo raudo del brillo de los ojos yo no creo en los revestimientos que a fin de cuentas socavan los senderos ni en las doctrinas de la noche hechas para el enredo ignoro la historia de las antípodas y de los ídolos en cada caso hay un juego que nos lleva a la desesperanza me desvivo pensando en lo impensable en lo esencial para la vida sin destruirla: la vida siempre es esa caricia inasible por la cual andamos sobre la tierra —vos y yo hemos andado con ese deseo narcotizado de ver el mundo así nos adentramos a la cueva de las pesadillas sin ayuda alguna la batalla es fiera y desgarradora de pronto nuestros cuerpos y los estragos consecuentes del fuego de pronto sólo somos depósitos del grito y objetos de la desidia y sin embargo soñamos pese a la incertidumbre y jugamos sumergidos en la lluvia ebria de nuestros trapos callando siempre el muestrario de nuestras obscenidades

Barataria, 2017