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jueves, 19 de junio de 2014

IMAGEN Y SEMEJANZA

Imagen cogida de la red




IMAGEN Y SEMEJANZA



A César Ramírez Caralvá

De un lado a otro me paseo
la cierra de mi mirada corta circularmente los horizontes
y permanezco erguido
punto negro del cetro
en medio de una corona circular
mi vida que se deshace tal un círculo en el agua
Michel Leiris




A imagen y semejanza lo inasible del pan en la transparencia las palabras en la sombra miserable de lo enjuto las palabras delatoras de mis huesos  el cuenco de mis manos en el fuego tardío de las canicas es demoledora la danza del eco en la utopía de las horas resurrectas la ciudadanía que transcurre en la gratuidad de la zozobra me dueles como me duele la moneda del desamparo esta necesidad cohibida de los otros el silbo de las calles pregonando la horchata las enchiladas los tamales pisques la recua de adversidades que salen a través de las ventanas me dueles cuando el día es la cirrosis en los pocitos de agua del invierno caigo sobre las aceras  con mi instinto de feligrés nocturno escarbo en los tapiales de la libertad como un muerto en la agónica ciudad de todos los días hay mucho drama —me dices— en ese afán peculiar de los artificios: nos reímos podríamos reír entonces sin mayores consecuencias (los absolutos acaban siendo invertebradas ideas) lo sé cuando los niños juegan a la escritura de los relámpagos más limpios del planeta —claro— que no los huele pega o los lustradores de zapatos o las vendedoras de melcochas para no alterar el orden de las cosas pongo mis huellas sucias en el cuaderno así glorifico la contemporaneidad del espasmo siempre los recuerdos escupen en mis costados las sienes en el ultraje del tiempo la ironía con sus manuscritos de orina hueco el espejo de los caminos vívidos ¿quién nos mira desde las cercanas tierras de la indiferencia? ¿quién nos invita al sosiego de la patria? el día nos arrastra con sus vestiduras ahogadas tu cuerpo el mío distraídos en medio de las sombras únicamente abro los ojos para ver el pájaro oscuro del horizonte los dientes inagotables de lo insaciable lo imposible que resulta la suavidad la legua de madrugada en el cieno la piel arrojada al camino de los cansancios pese a todos los análisis resultan extraños los güistes en las palabras el canto adentro de las paredes: la rama de la tempestad y sus breñales nadie se inmuta frente a las crecientes aguas frente al golpe y al galope creedme que todo es vértigo en las aldabas la brizna el alba las húmedas líneas de los encajes que se deslizan como un río terrestre el caudal del delirio en el tropel de la desmesura en la vida real el mito o la leyenda es solo eso: el enjambre es profundo en las entrañas cadáveres terribles girasoles cuerpos efímeros en el ala para salir de la tormenta la liturgia giratoria de los aullidos y el abanico frontal de la escarcha (nada me es dado gratuitamente) el número impar en el estupor de las lámparas la heráldica antigua del sollozo junto a las formas infructuosas del tiempo sustancias de granito máscaras atavíos encías condenadas al pus aunque no me lo digan conozco el rostro y sus contornos la alabanza o la indiferencia nada me has dado sino la muerte del horizonte las sombras consabidas para el tránsito la fuga violenta del azúcar y esta oscuridad de recuerdos creedme a menudo el lamento es un pájaro de remotos tiempos y eclosiones no hay misterio ni brújula dejadme con estos ojos de cansado blues con esta montaña de atavismos dejadme tal cual: balbuciente abriéndome a la tortilla ¿qué otra posibilidad existe? acumulo ya con cierta pericia la carcoma de mi propio cuerpo a imagen y semejanza del tizne propio de mis espejismos…
Barataria, 13.VI.2014

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