Imagen cogida del FB de Doina
Dorneanu
VIEJA HERIDA
Un día veré sanar esta vieja
herida (como “los caballos de Eneas que
saben
lo mismo perseguir acá y allá… que huir ligeros”.)
¿A quién le toca hablar de este
cauterio? —pregunto al alma— es cuestión
de tiempo y olvido, me responde.
He caminado kilómetros de niebla
y no me encuentro, ni vislumbro
el cuerno para derribar el muro
que petrifica las sombras.
(Hay en la sangre ensordecidas oquedades: calendarios negros de
piel gastada,
y dolientes mentiras como la desnudez de un siglo.)
Ahí, asustado en medio del caos,
el hambre como un éter de pies ligeros,
la fatiga que jamás llegó a ser
begonia,
o el alba endurecida en mis
ojeras. Nunca pude huir; preferí la ferocidad
del insomnio y su monumento de
sal. Para consuelo, pertenezco
a ese tatuaje de la espina desafiante en los calcañales…
Barataria,
01.VIII.2013
"He caminado kilómetros de niebla y no me encuentro"
ResponderEliminarQué inmensidad dentro de un verso, Poeta, cuánto más el poema completo!
Cabe la valentía, el asombro, la audacia, la destreza y la manera fehaciente de escribir sin necesidad de ego, ni lucimientos.
Excelente, poema, querido André.
Un fuerte abrazo, desde mi Yucatán, México.
Saludos.
Marina Centeno.
Querida poeta Marina: en primer lugar, gracias, por visitar mi blog; en segundo, agradezco tu comentario. Sabes que aprecio, tan bien y también tu poesía nacida de los hontanares de tu alma.
ResponderEliminarLa mía, es esa forma de irme despidiendo de esta vida y dar paso a otras esferas, sin más que mi alforja de sueños.
Un abrazo agradecido.
A veces hay que ser tan amplio como la utopía y tan ciertos como la muerte misma. Lo consigues, André. El realismo de las imágenes poéticas, es una de las tantas cualidades que ejerce tu escritura...y de los sueños, la verdad que asevera que existes y que aún hablando de despedidas se te siente cerca en la distancia geográfica, no así en la cercanía del poema mismo, cuando se entraña y pareciera que estamos en la agonía que te incita.
ResponderEliminarSaludos y gracias por tu palabra, soy asidua a lo tuyo, lo sabes.
Marina Centeno.