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sábado, 19 de mayo de 2012

SI CADA DIA LA SOLEDAD


. Si en la mesa sólo hay hambre y no la luz necesaria, si a ritmo de olvidos
afirmamos  nuestra existencia, ¿qué cosa es la vida?
 ¿Qué piedra nos concurre en cada paso?  ¿Qué boca nos da su ración de saliva?
Imagen tomada de Miswallpapers.net




SI CADA DIA LA SOLEDAD




Si cada soledad, inmensa, arranca las llaves del aliento y me avienta al extravío, si cada soledad debajo del paraguas consume el aire, si cada soledad es contacto con la ausencia, mar y noche y demencia son la misma cosa. Si en la mesa sólo hay hambre y no la luz necesaria, si a ritmo de olvidos afirmamos nuestra existencia, ¿qué cosa es la vida? ¿Qué piedra nos concurre en cada paso? ¿Qué boca nos da su ración de saliva? Vivimos una suerte de enajenados claveles, ramas de frío tiradas por todos lados como mercaderías en desuso; las mañanas, ¿Adónde van con su artesa de harapos, las aguas taciturnas, a qué lunas bañan en medio de peluquerías y albañales, bajo el camino difuminados de los relámpagos. Por cierto que los días exhalan extrañas paredes dormidas al pie de la hojarasca que el humo consume. Entre cerillos y velas consumiéndose, el aguacero de la soledad, alrededor del martillo de las sombras, espumosa geografía de mortajas contorno de los dientes. (Sigo mirando, por si acaso, mis ásperas manos de labriego, aquel galope súbito, destrenzado de la puerta en pos de tu anatomía; han pasado tantas impurezas desde que cruzamos las fronteras de los poros, y subimos a los brazos del sueño. Ahora son kilómetros de tinta oscurecida la que parece errante en cada párpado sombrío de la herrumbre.) Si cada soledad desemboca en mis aguas, habré de navegar siempre a través de ríos oscuros. Si cada soledad es un túnel, deberé seguir en este desquicio del subsuelo.

Barataria, 18.V.2012

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