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lunes, 2 de marzo de 2009

Mesa-André Cruchaga

Fotografía tomada de Granma

La pobreza en El Salvador y Guatemala




__________Mesa___________





¿Cuántos niños postrados en la intemperie,
Desean sobre la mesa —que puede ser una
Piedra, las manos, un neumático, un mantel
De azúcar, una música de sartenes, una
Luz de tortillas para saciar el hambre?...
O tal vez un río con voz palpitante; o tal vez
Una sombra de árbol que moje las pupilas;
Un desvelo de amor bajo las sábanas…
Los niños llenan álbumes y calendarios
Y se les habla de buenas intenciones partidarias,
Pero viven en la huraña fruta de los supermercados:
Hay imágenes donde las láminas sacuden
Sus pies y el cartón asume sus años…
El escombro les ha devorado su sangre;
La claridad del día les enseña la sobrevivencia;
La noche los respira con los grilletes
De la oscuridad. Sobre la mesa, la conciencia
De la Nada comiéndose los rostros…
Sobre la mesa, la ironía de ser mesa con lamento
Y no la sopa de frijoles, humeante.
Dentro y fuera de la casa, hay golpes de sal.
Hay verdades sombrías que no las borra el viento:
Ellos transitan un destino sin sillas y puertas
De punzante olvido. Ahí se vuelven espejos
Sombríos de ventanas sin memoria…
¿Cuántos niños vencidos por el hambre, deambulan
Chorreando el vejamen de lo que ha sido
El conjuro de la espuma, o el fuego aterrador
De sombras tras escritorios siniestros?
¿Cuántos niños mueren sin moverse antes
De que el sol salga, antes de que la luz haga
Visible su herida, antes de que el zopilote
Arranque su lengua y la palpitación la consuma
El aire de los falsos resplandores del sistema?
Sobre la mesa, sólo el mantel de las pupilas;
O tal vez la ilusión —repetida siempre—,
Del aliento, en torno a una intensidad de cenizas.
Sobre la mesa, el desvelo y el abismo:
El hambre que saja ardida pústula y llanto y queja.
Barataria, 02.III.2009

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