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domingo, 27 de agosto de 2023

INTIMIDAD

©Pintura de Joan Mitchell


INTIMIDAD

 

 

Todo el tiempo me recuerda los linderos de la espiga y la huida.

Desde la boca al abdomen se condensan los latidos de la materia.

Dentro del torrente, la penumbra desgarradora y frenética.

Nado en su candor pretérito, ahora, todo a contracorriente.

El ave al momento en que se transforma en camino:

cualquier día vivido dista del presente engullido por la memoria,

cualquier claridad puede gritar a los cuatro vientos del vacío,

mientras la voz hurga en las lavanderías

de las pupilas rojas del deseo y la ternura del deletreo impuro.

No hay ámbito indulgente para los coágulos de esperma hacinados

en el albergue de la memoria o en el óxido que nos sobrevive.

A veces es la noche la que separa las aguas confundidas:

ahí las horas en la antesala recurrente de las ojeras.

(No existe fuga más sutil que deshacer la túnica que envuelve la sed

de metamorfosis en la concavidad del cuerpo.)

Hoy he respirado la tierra antes de entrar al nuevo calendario.

Entre trenes y taxis, la inmensa brevedad de la brisa en los jardines,

la orgía del frío desde el cielo, la primavera leve en una hoja.

 

San Francisco, California, 2013

 

 

Del libro: «Burdel Bahía St.», 2013

© André Cruchaga




 

martes, 22 de agosto de 2023

DESIERTO

©Pintura de Joan Mitchell


DESIERTO

 

 

Vivo un tiempo donde la piedra es sangre y la desazón martirio.

No sé si esta inmolación es otro despertar de la conciencia

o simple zarza de muecas ahogadas en el bamboleo del vacío.

Todos los días se tornan aguas insondables:

noches como perros furibundos en el fuego incesante del alfabeto:

todos los miedos —ásperos, por cierto— roen el alma.

Con mi única lengua, lengüeteo los rieles tibios del paréntesis.

A veces pasan las muchachas y se quedan grabadas en mis ojos;

de repente las cabelleras pintadas en Rock Bar o Music City.

Borrosos e imprecisos los paisajes presurosos del viaje, los vestidos

que rebasan los límites de Stairway to Heaven.

Turbia ciudad plagada de miedos nocturnos, madrigueras de collares

donde se fuman rosarios de impaciencia y tartamudez.

Desaparecen las luces en la corporeidad opaca del fuego

desvanecido, amén de los ebrios que emprenden su propio viaje.

 

San Francisco, California, 2013

 

Del libro: «Burdel Bahía St.», 2013

© André Cruchaga


 

martes, 1 de agosto de 2023

JARDINES SUSTITUIDOS

Remedios Varo, El flautista, 1955


JARDINES SUSTITUIDOS

 

Me acuerdo de una música fresca, desnuda y madura

Me acuerdo de un reloj de lata y un trencito de chocolate…

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN

 

Desde oscuros jardines la calle abre sus calles vacías somos

«amantes muertos, incesantes estanques cegados

por las piedras.» En el cielo se ahorcan las gargantas: un trino

de huesos cava en mis ojos, un invierno de relojes oxidados

arruga los rituales de la risa. Todo es profuso

en los candelabros de la noche y en las esquirlas del sexo

que nos dejan los trenes. Arde de rodillas el pecho

en los engañosos juegos del poder. Un canto de vinagre

se ensimisma en los cascos del galope: siempre hablamos

a los muros del país y a la noche que nos amarra el cuello

y a los dientes que desnudan nuestro drama.

A los ciegos siempre nos toca tropezarnos con los ataúdes,

pese a los clavos que sustituyen a los jardines.

A la oscuridad de la tormenta, pájaros disecados dormitan

desnudos sobra una piedra; ahí las flores disecadas, la desnudez

expandida bajo la losa, eleva locomotoras de humo

y ríen los pájaros colgados de una rama de ceniza.


Del libro: «La crypta de Daphne», 2020

© André Cruchaga