RUIDO Y FURIA
Leíamos sobre la cama con despiadada devoción el ruido y la furia de
Faulker: atrás, perdidas en un calendario oxidado las infancias y esos célebres
monólogos interiores que solíamos aprender de memoria mientras nuestros nombres
se perdían en la sintaxis de la neblina. Ya no pienses en tu nombre sino en el
aroma quemado que nos queda después de leer los gritos duplicados del regazo. Nunca
esperé un paraíso semidivino, sino las salpicaduras de tus ingles en mi lengua,
menos pensar en la tragedia de Macbeth como sobremesa del asedio del fuego. En
el subconsciente, de seguro, un the end inhóspito, cómplice de la caducidad de
la sal y un letrero que dice: todo es efímero.
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Del libro: “Ahora es de noche y tú no
tienes nombre”, 2022.
©André Cruchaga