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domingo, 20 de agosto de 2017

ACANTILADO DE LA TERNURA

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ACANTILADO DE LA TERNURA




Me empapo de toda la avidez del vértigo del golpe inminente al pie del acantilado  de la ternura que se descalabra en mis sienes: me inunda la fisonomía de las carnicerías y el terror obediente debajo de los pies siempre resulta así cuando se aferra al polvo de las semanas y en la encrucijada uno exorciza los abismos aquellas aldabas enmohecidas de la intemperie (Claro nunca ha sido fácil atravesar el corazón de las mortajas ni el cortejo fúnebre de las palabras y los adioses: tanto desamor lo hace a uno doblar las rodillas temblar golpear las aceras sin saber por qué nada ha cerrado las grietas que fueron haciendo las ojeras nada me queda de tus ojos sino la escoria y las tardes que ya han marchado hacia otros confines mientras se va acumulando el moho en el tiempo todo quizás se torne intrascendente el deseo no puede resarcir la cobija ni el horizonte en la garganta todo acaba siendo extenuación y patíbulo) nada puedo recuperar de lo inexplicable del país: no hay nadie salvo el grito no hay nadie salvo las negociaciones truculentas y la penumbra del zarpazo en el recuerdo tu voz y el paisaje inmolado de los amuletos y ese sabor a insipidez de las arterias quizás el tiempo te haga recordar el acertijo del fuego en el pecho y todo el dolor que dejas como monedas oxidadas las mordidas repugnantes por ejemplo que se dieron simulando brebajes después de todo lo trágico es la locura lo que hace lo suyo para sobreponernos a la razón destructiva y el despropósito de una felicidad inexistente nadie ahora puede agregar una cucharada de azúcar al infinito a lo fatuo e inasible no sé ya si se pueda despertar en el mundo de la inconciencia siendo agua de río que atraviesa abismos y sin embargo hay un destino abnegado entre nosotros un destino manifiesto de reminiscencias cierto juego de supersticiones que nunca nadie sabe a dónde llegan  —en el rostro los meses gotean su territorio de quemada calma siempre resulta inexplicable la precipitación de una travesía errante: nunca sabré si este dolor pudo ser otra cosa o sólo un extraño desvarío de sed
Barataria, 2017

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