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domingo, 15 de febrero de 2015

CHARCO

Imagen cogida de la red




CHARCO




Las monedas del charco de la tristeza ahogadas en el lenguaje negro
de la extrañeza. No hay salidas para este otro cielo de oscuras alquimias.
Es sombra sin nombre, mientras en él amanece el suplicio, la densidad
del aliento donde hundidas escarban las vértebras.
¿Dónde están las aguas análogas? ¿En qué madera el tiempo no se pudre?
Nunca faltan los pájaros metálicos de la muerte.
Las manos torturadas junto al cuerpo y los cansancios de las llaves sin ninguna
puerta: ahora el fango ha mutilado los dientes de las semanas;
a veces hay que sonreírle al puñal amargo del lodo, al cuerpo amarillo
de la patria, a la miseria que se yergue con todo su puño deformado.
Arrecia la tempestad con y sus impudicias. Los peces derruidos de la avidez.
Debajo de este mundo turbio, los bolsillos sólo con sus cansados días,
y los sueños quebrados como la arcilla.
—Grita el tiempo junto con sus harapos de innumerable partida.
Ante la desnudez del despojo, la libertad es un crimen de lesa humanidad.
Después de todo, el insomnio es como el tren vacío de la niebla. Como el reloj
en la tinta china de la matemática. Me distraigo siempre en lo inexplicable.
Barataria, 27.I.2015

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