Imagen cogida de la red
ESTRIDENCIAS
Las paredes juegan a ciertas
faenas quirúrgicas: de allá hacia dentro evitan
las estridencias, esos peligros
vibratorios del estiércol.
En cada piel, la asfixia de los
minutos, ¿quién resucita exactamente
con tanta espuma en las palabras?
¿Quién cree en el disimulo del guiño?
Hoy toda circunstancia se explica
con descaro: la inflación, las rentabilidades
y tantos equívocos de maniquí.
Por cierto, ¿es manicomio todo
este vértigo que vivimos día a día?
(La farsa es tan poderosa como Wall Street o el pájaro suavemente
piadoso
que ha parido el hambre de la historia.)
Fíate mientras la llovizna de las
parábolas se torna absurdo y pocilga.
Barataria, 22.VI.2014
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