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domingo, 18 de mayo de 2014

MARIPOSA QUE SE VA

Imagen cogida de la red




MARIPOSA QUE SE VA




En la piel se hunden las telarañas quemadas de las lámparas.
(¿Siempre hay que jugar a la tortura de las despedidas, a la pasión de los pies,
al ojo disparado por el goteo incesante?)
—Por cierto, uno nunca olvida las buganvilias que mueren, las hojas
en ruinas que contrastan con las palabras:
al pie del ala quebrada, el semen como un labio sin sed en medio del hambre.
Después, solo el fuego en la almohada y la lejanía,
los extraños tiliches del frío, el ruido enmohecido de las puertas.
A fin de cuentas, nunca supe cuando envejecieron las sábanas, ni la desnudez,
ni la tormenta, ni el misterio de todo lo soñado…
Barataria, 12.V.2014

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