Imagen
cogida del FB de Luminita Lazaroiu
CANSANCIO
Al final del día, queda el libro
sobre la mesa y el fogón ardiendo en secreto.
Nada más cierto: dejado el
galope, vivo en una zona de incendios
y muerte: muero, morimos en
secreto tanta lejanía. Hay substancias
delirantes como los límites
quemados de la conciencia.
Mientras la oscuridad me alcanza,
procuro no agonizar en mis pensamientos.
En cada pasadizo de la tinta y la
caligrafía, dejo horas y campanadas
de pájaros, dejo la puerta
abierta del subconsciente, por si acaso.
Crece la flama, la escoria y la
ceniza…
Barataria, 21.XI.2013
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