Foto de Brasov, orasul sufletului meu, Octavian Soviany
CAMINO
¿A qué camino, puerta o paradoja
debo enfilar mis zapatos, el río etéreo
de las lecciones del azogue,
cuando ya la tinta es espectro?
(En la trastienda de la memoria se fueron acumulando todos los
viajes,
las ratas, los zancudos y los agujeros.)
Es ingenuo pensar en espejos
envejecidos —me digo.
Las sombras nunca fueron
mástiles, ni las ventanas a distancia peces: el olvido
también es escombro a
nuestra espalda,
el pájaro perdido en una lágrima,
o el extravío per se de un ciego.
Soy después de pasar la tormenta,
ese póstumo sueño de los meses:
el humo bajo ciertas
circunstancias es denso como la orfandad:
hoy lo confirmo cuando ya no hay
luciérnagas en mi garganta…
Barataria, 09.XI.2013
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