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viernes, 10 de mayo de 2013

ALUCINACIONES

Imagen cogida de la red





ALUCINACIONES




Todo es así: el grito de la noche caída en el terraplén de los pensamientos  las manos entre bodegas de fantasmas los días tirados a los calcetines de la intemperie como la herrumbre congelada en los hierros de distancias apocalípticas me muerden las estatuas estoy a punto de morder las raíces de aquellas pesadillas de eterno goteo vuelvo a verte en el mapamundi de mis paranoias invoco los atroces calendarios de la saliva la pesadez torpe de la esperma en el primer nombre que dio la fiebre de la ternura (a menudo me invade lo terrorífico del aullido la atarraya dura del tiempo los peces rotos en la contracorriente del aliento el hocico ininterrumpido de la sed en los litorales o esa manía de la Nada forzada en el entrecejo de tantas preguntas sin respuesta son ciertas o falsas las sonrisas abandonadas los zapatos aislados de los pies nosotros desde el interior acumulados en el asfalto y los neumáticos ¿es noche o día en los amarillos del pecho? ¿es día noche el sol encorvado sobre la mesa en la cucharadita de azúcar dentro del hueco de los poros?) éste es el punto: me desvive el estiércol  y el verdeoscuro de las ventanas compartidas por los paralelos  del más acá del musgo  es dura la faena —he dicho repetidamente mientras cabalgo en el golpeteo de la superstición—: ¿en qué latitud desembarca los extraños rituales de la noche los días empujados por el miedo? —¿oyes?  las funerarias tienen largos vestidos de luto siento nostalgia por el primer orgasmo el doble juego de los dientes y las plegarias volverte la sombra de tu sombra desprenderte de la última escalera del viaje al cabo me entretengo poniendo mi olfato en las carpinterías oliendo sí el aserrín  ese lugar del polvillo como los adioses el ojo entregado a las primeras letras del alfabeto ¿cárcel o libertad? ambas en el sendero de los pequeños jardines ambas con pimienta y albahaca descubiertas por los viejos trucos del olfato  sobre el corazón del estanque probablemente todos los olvidos igual que avanza la sábana de la ceniza igual que aquel puñado de semillas deshabitadas aquí se abren las aguas del descolor se cierra el nudo de las tijeras o las piedras los nombres todos que labraron mis colmillos o las cordales la niebla sobre los huesos del abrevadero (frente a los disparos colectivos del tiempo los pezones podados del sigilo algunas avispas que reclaman su territorio la vergüenza de tantos atenuantes como los eufemismos los adjetivos o una interjección recriminatoria) creo que al final siempre debo marcharme con mi voz a otro sitio: marcharme con la costra de la oscuridad repartirme en el resoplido de las almádanas y más hundirme en cualquier vértebra del escapulario en la otra puerta del sueño duele el sonambulismo de las lápidas y la ropa vieja de los cirios en medio de la labranza…

Barataria, 03.V.2013


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