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lunes, 11 de febrero de 2013

SALTO

Imagen cogida de post55.es




SALTO




tandis que la détestable mort additionne ou soustrait
tout ici deviant ultime affaire,…
FERNANDO PEREDA




(Puedo saltar el charco y sonreírle a los pétalos, llegar al espejo de las vértebras,  quitarle los manubrios a la hojarasca, volar a través del hilo de nylon del zodíaco y hasta sonreírle a los paraguas negros que cuelgan del cuello: la boca es una metamorfosis de caníbales: su filo resbala como la saliva del degüello de las guitarras; a menudo, deshago el nudo de la mañana en el alambique del cierzo; creí que escribía bien cuando consigné en el poema palabras rebuscadas en el poema, cuando el párpado era húmeda almádana, cuando impregné de noche mis salpicaduras…)

Hoy, he tenido que llevar a la funeraria todos mis despojos: ¿por qué
respirar junto a la idolatría del ascua o la ceniza?
—El cortejo tiene largas trenzas de ataúdes y aves fúnebres en el rostro.
¿Por qué deificar las bujías de las catedrales y el zumbido monocorde
de lo subterráneo y la respiración a secas de lo inmóvil?
También en los trenes de la noche se puede visibilizar el plumaje,  
y el disimulo de las heces del follaje,
y acaso, también, el rostro quebrado del espejo.

Ahora sé que también en el plato vacío se puede escribir el poema del ritual,
hacerlo girar en su eco de heridas y darle de comer al verdugo.
Nada es más gratificante después de todo: bajo la lluvia se lava el humo
de las cornisas, y se quiebran las cucharas del luto.

Debo suponer que el próximo salto no será al vacío, porque cruzo las jarcias
de la madrugada, agarrado del párpado de las campanas…

Barataria, febrero de 2013 



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