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ACUMULACIÓN DE CAPITAL
En mis bolsillos llevo, por si
acaso, todas las calles andadas,
un día se apagaron las luces del
tránsito,
por suerte bajo los sueños del
arqueólogo no hay osarios
en mi alma,
sino una luz que rebasa el
paraguas de los pájaros.
En los días postreros, el tropel
será otra circunstancia en la memoria
como el extraño verde del
barbasco
en las profundidades de la
sangre. Así no habrá medianoche en la ventana,
ni moho en el metabolismo de la
aurora,
sino una suerte
de libertad inalterable,
el sol del alfabeto es una puerta
con alas.
Barataria, 23.XI.2012
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