PERRO LADRANDO A LA LUNA

Joan Miró

PERRO LADRANDO A LA LUNA

[Joan Miró]

Como el perro de Miró ladrándole a la luna esta suerte de noche en los andamios del tabanco el extravío del mal tiempo de las hormigas aquella línea horizontal en la dentadura del ombligo la anatomía de la tinta sobre el musgo crepuscular habitado por imperceptibles élitros días de semana salpicados por pájaros allá la cantera del surco ¿debo perpetuar la siembra para que cobre vida el cortejo? hasta allá entonces la torre de babel el gran cementerio cabalgando sus fracasos lentos sin embargos de rejas en la bocanada poniente de los bordes de la saliva como caspa del tugurio enmohecido de la lontananza somnolienta nada pasa entonces salvo la sintaxis que se torna inhóspita cruel infame velamen sin bengalas a merced del metal de la deriva de las bajas criaturas del zodíaco supongo que no hay asombro cuando se dejan de duplicar los costados y las manos de la ciudad me convierten en el niño pródigo de la parábola en vos hay esquinas oníricas que atraviesan la garganta colores rotos alrededor de los encajes en el vientre sin embargo ese calendario bautismal de las semillas esas semanas desencajadas del semen ruido de tejas y golondrinas de ojos recién marchitos de campanas indescriptibles en el golpeteo de las gesticulaciones cuando merodea el conjuro estrangulo las bóvedas y el estertor empapado de geometría anudo los anillos de la ausencia descarno los calcetines del vuelo luego tomo el lápiz con furia de yedra hinchado el follaje del ladrido para sabotear el hábito desgarrado de la noche el mismo de tumbo en tumbo desde que amanece algo hay de gris en esta marea de los horarios del invierno animal con la saliva del andrajo a punto siempre de morder la retina azul del engrudo y los contrastes que atraviesan masticando las repisas de las esferas profundas del pálpito ya reclinada la brisa y los puertos el perro deja de ladrar en la llovizna allá la cicatriz de las conspiraciones

Barataria, 23.IX.2012